13 julio 2015

LA PREHISTORIA EN BADAJOZ (Primera parte), en "Desvelando los secretos de Badajoz con José Antonio Hinchado Alba"





LA PREHISTORIA EN BADAJOZ (Primera parte)

Por J.A. Hinchado Alba, historiador e investigador




LA EDAD DE PIEDRA: En Europa suele dividirse en tres etapas:

PALEOLÍTICO: Edad antigua de la piedra, es el periodo más antiguo y largo de la historia, donde aparecen los primeros humanos (Homo antecessor, Homo ergaster y Homo heidelbergensis) a estos les suceden el Homo neanderthalensis y Homo sapiens sapiens.
 En el paleolítico inferior la cultura predominante en Europa es el achelense, en el paleolítico medio el musteriense y en el paleolítico superior destacan, el auriñaciense, solutrense y magdaleniense. En este periodo hay que destacar continuas oscilaciones climáticas llamadas glaciaciones donde el homo es cazador y recolector.



MESOLÍTICO: Edad intermedia de la piedra, este periodo transcurre desde la última glaciación hace 12.000 años hasta el periodo Neolítico, en esta época las culturas mantienen un modo de vida propio del Paleolítico pero evolucionando hacia la sedentarización.

NEOLÍTICO: Edad moderna de la piedra o piedra pulimentada. Nos llega a Europa desde el Extremo Oriente, a través de la cuenca mediterránea, aparece la cerámica, agricultura y ganadería, se establecen poblados y aparece el megalitismo, el final de este periodo se llama Eneolítico.


  Se conoce como Pleistoceno el tiempo geológico comprendido entre el Terciario hasta aproximadamente 10.000 a de C. es un periodo temporal de casi dos millones de años, con tiempo oscilante entre periodos fríos (épocas glaciares) con otros mas cálidos y húmedos (interglaciares).

  Aun no hace muchos años el panorama de las primitivas poblaciones que ocuparon el territorio peninsular, resultaba bastante oscuro, debido a dos razones. La primera esta relacionada con la falta de manufacturas humanas en las distintas regiones. La segunda razón es de mayor amplitud y es de índole metodológica, pues esta lleno de lagunas informativas llamada proceso arqueológico, debida a continuos cambios del suelo, por labranza, por erosión, por empleo de maquinaria para allanamientos así como reaprovechamiento de material constructivo, unidos todos privan al arqueólogo de los elementos informativos necesarios para comprobar la forma de vida de los primitivos.

  En la actualidad el planteamiento ha cambiado en función de esos dos motivos, pues en la Península se están produciendo importantes hallazgos que permiten elaborar nuevas hipótesis y contestar formulaciones de tipo etnográfico. Eso puede darse como valido en Extremadura donde ya existen diversos hallazgos aislados, y también de zonas de ocupación durante un amplio periodo de tiempo y no simples periodos aislados.

  Las características esenciales de esta primera ocupación del territorio van a ser por un lado una población poco numerosa, reunida entorno a grupos de 20 a 25 miembros ligados por vínculos familiares, aunque no exclusivamente. Estos recolectores-cazadores, están íntimamente conectados a los recursos naturales y también a un régimen demográfico con alta tasa de natalidad, junto a una alta mortalidad infantil y una edad de mortalidad bastante baja; todo unido a un riesgo procedente de actividades venatorias y a la amplia movilidad del grupo dentro del nicho donde esa comunidad se instale.


  El modelo de subsistencia de estas poblaciones esta basado exclusivamente en la caza y recolección, y otras actividades compensatorias y complementarias como seria la pesca en ciertas condiciones de proximidad a ríos. Todo esto es común en las poblaciones humanas antes de aparecer la agricultura, y posteriormente como una actividad complementaria. A esto habría que añadir otra actividad que seria la amplia movilidad, debida a la presión ambiental ante la mayor o menor presencia de animales en los que estuviera basada su dieta alimenticia.

  Generalmente estos asentamientos poseen una corta duración a juzgar por los restos de industria lítica, y su función estriba en que fueron usados como altos de caza y despedazado, incluso el animal o animales cazados se consumieron allí mismo.
(Enrique Cerrillo)


PALEOLÍTICO INFERIOR: Los primeros vestigios sobre la presencia humana en la Baja Extremadura son obviamente de carácter arqueológico y lo constituyen objetos de piedra tallada, cuyas técnicas de fabricación y tipología nos conducen al Paleolítico Inferior. De estos remotos tiempos sólo esos instrumentos tan característicos nos permiten un tímido acertamiento a la mentalidad de esos homínidos que ocuparon por primera vez nuestra zona.

   La imprecisión en la valoración del Paleolítico Inferior en la Baja Extremadura proviene en gran parte de la estructura geológica, poco estudiada y que no favorece a la conservación de buenos yacimientos inferopaleolíticos estudiables. Hay una serie de inconvenientes que obligan a ceñirse al estudio de la piedra tallada halladas en superficie, sin estratigrafías, por tanto los datos cronológicos no son precisos, de estos primeros restos de actividad humana. En las inmediaciones de Badajoz han aparecido algún hallazgo.

   Estos hallazgos se fundamentan en colecciones de instrumentos realizados sobre cuarcitas finas, dada la ausencia de sílex. Se aprovechan así los cantos rodados del río y plaquetas para la fabricación de los bifaces o hachas de mano, de endedores de filo natural y picos grandes llamados triedros, cuchillos, raederas, escotaduras, etc; herramientas representativas del periodo, que sirven para golpear, cortar y despedazar.

  Los lugares conocidos siempre están en relación directa con los ríos, sobre todo el Guadiana, terrenos llanos o en las rañas, no lejos del cauce del río, preferentemente cerca de los vados y zonas abiertas de fácil comunicación. Tal vez pequeñas bandas de cazadores achelenses. Este periodo achelense tiene como referencia 700.000 años en términos geológicos, todavia no ha aparecido nada del periodo Paleolítico Inferior Arcaico. En el achelense el hombre ya conocía el fuego y ciertos cazaderos lo atestiguan, planes de acción preconcebidos y trabajos en grupo, campamentos que denotan organización del espacio que ocupaban.
(Enriquez Navascues-Hurtado)


   Los más antiguos vestigios encontrados parecen corresponder al Paleolítico Inferior y Medio. Así en casi todas las graveras del Guadiana, pero de manera especial en las comprendidas entre Badajoz y Olivenza, y en algunas rañas se ha recogido restos de industrias líticas, normalmente acumuladas en estas graveras y barras por arrastre del río, que por el tipo de talla que presentan y por la clase de útiles a que dan lugar cabe atribuir a este Paleolítico Inferior. Se trata de cantos trabajados, lascas, triedros, algunos bifaces y hendedores que no llegan a formar verdaderos yacimientos estudiantiles, pero que son restos reseñables que hay que relacionar con otra serie de hallazgos en lugares cercanos, tanto españoles como portugueses.
(Juan J. Enriquez y Coronada Dominguez).


PALEOLÍTICO MEDIO: Aparece la denominada técnica de "llevallois", que permite predeterminar la forma de la lasca en el núcleo mediante una serie de golpes de preparación, técnica que alcanzará su apogeo en el Paleolítico Medio dentro de algunos de los complejos Musterienses que caracterizan esa etapa; donde hay una similitud de rasgos de los instrumentos de la Baja Extremadura con otros sitios de España.

   También el Paleolítico Medio, aunque con idénticas imprecisiones, está representado en la Cuenca extremeña del Guadiana. No quiere decir ello que podamos afirmar una continuidad sistemática en el paso de cazadores paleolíticos, pero sí que hicieron acto de presencia durante ese periodo. El Paleolítico Medio se sitúa en los primeros estadios de la última glaciación, la de Wurm, la cual tuvo su inicio hace 100.000 años aproximadamente. Al conjunto.de instrumentos de piedra tallada que caracteriza al Paleolítico Medio se llama Musteriense y con él se suele relacionar al hombre de Neandertal, aunque no fuese el único autor de la industria musteriense. Junto a ellos existen variedades no neandertalenses ligadas estrechamente a la aparición definitiva del "Homo sapiens sapiens".

   Los hallazgos que podemos clasificar dentro del Paleolítico Medio corresponden, con las lógicas precauciones que merecen a los conjuntos superficiales, a un Musteriense de tradición achelense, aunque no esté claro ese origen. La perduración de útiles del Paleolítico Inferior, aunque evolucionados y junto a ellos de otros  de considerable importancia como ocurre con las puntas levallois y las puntas musterienses. Continúan así los cantos trabajados y los bifaces planos de tamaño pequeño, pero ahora la mayoría de artefactos son sobre lascas retocadas: raspadores, raederas, muescas, denticulados, perforadores, etc. Estas herramientas tienen rasgos significativos, nos encontramos que son mas pequeños, de tipología muy diversificada, han ganado en perfección técnica, manejabilidad y economía de la materia prima; de ellos se sirvieron los musterienses para seguir golpeando, cortando y desmenuzando.

   Estos conjuntos musterienses ofrecen en la Baja Extremadura una dispersión similar a los achelenses y coinciden con las zonas que han sido objeto de prospecciones, todos ellos cercanos al río.
(Enriquez Navascués-Hurtado).




   Industrias de aspecto musteriense se han localizado en el paraje denominado Quebrada, a la altura del km. 3 de la carretera de Badajoz a Corte de Peleas, en su margen izquierda, cerca por tanto del arroyo Gabriel. También en la finca de la Corchuela, junto al Corazón de Jesús y en la Dehesilla del Calamón. Se concretan en pequeños bifaces, raederas, denticulados, muescas, nucleos, y puntas "levallois", etc. Un musteriense de tradición achelense, como el documentado en el resto de la provincia.
(Juan J. Enriquez-Coronada Dominguez).


EL BALUARTE DE SANTIAGO. (Hallazgos del Paleolítico Medio).
La inexistencia, aún en la actualidad, de zonas de protección arqueológica, en un enclave tan rico como Badajoz, no ayuda nada a la gestión de proyectos, de hecho la aparición de restos en este baluarte definen nuevos parámetros para dimensionar las áreas que están protegidas.

   Por todo esto y ante la inesperada aparición de restos humanos en los niveles premilitares del baluarte, se comunicó a promotores y empresa constructora, para realizar labores arqueológicas, donde luego aparecieron un conjunto Paleolítico y de rito islámico, pudo relacionarse este nivel entre dos grandes paquetes cuaternarios, la segunda terraza del Guadiana y la raña de Badajoz.

   La atribución de las características geológicas, geográficas y paisajísticas que soportan el entorno de la ciudad de Badajoz parte de un desconocimiento importante, fruto de la falta tanto de estudios específicos como de publicaciones sobre el tema.

   El entorno geológico de Badajoz recoge la parte occidental de la cuenca media del Guadiana, con sedimentos neógenos y cuaternarios principalmente, a excepción de algunos afloramientos cámbricos en puntos muy determinados. La cuenca del Guadiana constituye una de las grandes depresiones terciarias interiores del macizo Ibérico, este tramo que nos concierne ocupa terreno perteneciente a las cordilleras hercínicas. Los materiales neógenos en su mayoria pertenecientes al Mioceno corresponden a depósitos fluvio-lacustres. Del Pliocuternario son característicos los sedimentos llamados "rañas", mientras el cuaternario se compone del sistema de terrazas del río Guadiana y afluentes.

   Consta de un relieve apalachiense constituido por una barra de mármoles dolomíticos del Paleozoico que atraviesa el Guadiana formando un sinclinal. También existen zonas pizarrosas junto con calizas y dolomías marrones y rojizas.

   Todo esto se refleja en diferentes patrones de modelación morfoestructural definido por el relieve de tipo apalachiense de la barra cámbrica donde se asienta el casco antiguo de la ciudad de Badajoz y los relieves tubulares de la cuenca. El primer modelo  corresponde a un sinclinal coronado por el cerro de San Cristóbal y la Alcazaba con el desarrollo de un conjunto de crestas con la dirección Hercínica. Durante el Cuaternario se produce el encajonamiento de la red hidrográfica, con un régimen predominantemente erosivo y el consecuentemente deposito de terrazas y aluviones.





   Referente a la excavación arqueológica, decir que se era consciente de la realidad arqueológica en la ciudad de Badajoz, la escasez de trabajos anteriores era manifiesta. Esta pobre actividad arqueológica que se encontró en el año 2000 parece encontrarse en un proceso de inflexión motivada por un cúmulo de situaciones. Sin todas las garantías necesarias para su correcto funcionamiento en materia arqueológica, empiezan a surgir actuaciones que muestran la "cara oculta" de una realidad que supera muchos postulados anteriores.

  Llegados a este punto, la investigación arqueológica cuando se entra por primera vez en el Baluarte de Santiago, nos sorprende la potencia arqueológica en los perfiles de la obra; desmantelados los niveles de acumulación de tierras y escombros relacionados tanto por los avatares militares y la actuación decimonónica de espacio urbano.

  La cimentación del baluarte había afectado a los niveles más bajos y la necrópolis islámica, la terraza había sido afectada apareciendo material lítico a niveles superiores, esto redujo el área de excavación delimitándose a una pequeña área de terraza.
El hecho de la existencia, casi residual de esta terraza en un espacio urbano tan alterado no merma el interés de poder adscribir a la terraza 2 del Guadiana una ocupación homínida, durante por lo menos el Paleolítico Medio.

  El inventario lítico se compone de 146 piezas divididos en: 1 Núcleos, divididos en grandes y pequeños. 2 Útiles nucleiformes, divididos en: Cantos trabajados (chopper y chopping tool) y bifaz. 3 Útiles sobre lasca, divididos en: hendedor, raederas, raspador, cuchillos de dorso natural, buril, rabot o cepillo, muesca, denticulados, lascas simples. 4 Restos de talla, divididos en chunks, debris y fragmentos diversos.
 (Ildefonso Ramírez González).




Baluarte de Santiago, foto archivo periódico HOY



EL PALEOLÍTICO SUPERIOR: En la Baja Extremadura hay un extenso vacío de población si tomamos como base la falta de hallazgos en este periodo. En parte pudiera deberse a las condiciones climatológicas imperantes durante los últimos estadios de la glaciación de Wurm y a la falta de zonas cálidas en la región que favorezcan este tipo de habitación, todo esto caracteriza este período. También cabe la posibilidad de la continuación de estos grupos, dentro de las condiciones culturales similares a las anteriores, tal vez por la escasa movilidad, si las condiciones de caza y recolección no hubieran impuesto grandes desplazamientos, y por tanto la entrada en contacto con otros grupos humanos que hubieran tenido la necesidad de cambiar las exigencias tecnológicas en razón de innovaciones. Tal vez, fuera la materia prima la que impusiera ciertas limitaciones prácticas a la hora de la fabricación de nuevos instrumentos más diversificados funcionalmente y adaptados a distintas necesidades, con lo que la industria extremeña que se correspondiera con el Paleolítico Superior de otras zonas de la Península pudiera resultar tipológicamente retrasada dentro de unos comportamientos arcaizantes. De todos modos las futuras excavaciones y estudios geológicos de las terrazas de los ríos extremeños, serán los elementos que permitan obtener una base cronológica de la suficiente solidez como para rechazar o aceptar estas hipótesis.

  Como cercano a Badajoz destacar la cueva de Maltravieso en las inmediaciones de Cáceres, un santuario rupestre de época Magdaleniense. (Enrique Cerrillo).




EL NEOLÍTICO: O Edad de Piedra pulimentada. En torno al 8.000 a de C. aparece en Oriente Próximo, la aparición de esta nueva cultura, pero no será hasta el VI milenio que nos llegue, en el V y VI milenio, es cuando haya tímidas penetraciones en el interior, concentrándose en Andalucía occidental y Oeste de Portugal; Pero hasta el III milenio no se consolida.

  A partir de ahora el hombre pasa de recolector a productor de alimentos, aparece el cultivo vegetal, la agricultura tras un proceso de selección de cereales salvajes, han desaparecido las glaciaciones y surgido nuevas especies vegetales, favoreciendo así los cultivos, como el trigo y la cebada. Por otro lado el aumento demográfico haría que se incentivase la necesidad de alimentarse, a esto hay que unirle la evolución cultural que demuestra el estudio de los materiales de esta zona.

  Paralelamente se asiste a la domesticación de los animales, creando así otro recurso alimenticio, que antes les obligaba a continuos desplazamientos tras su busca. Agricultura y ganadería serán pues las bases económicas de esta etapa, y condicionarán una vida tendente al sedentarismo y creación de pequeños poblados estables elegidos en lugares que favorezcan la productividad. Esta tendencia a ampliar favorecerá más tarde a la arquitectura. La nueva economía agrícola hará  que se utilicen nuevas herramientas, como hachas, azuelas y hoces.

  Aparece también la cerámica que demuestra el avance de la mentalidad humana, pues no tuvo que ser fácil la llegada de esta, junto con otros logros técnicos.

   La casi totalidad de yacimientos neolíticos del sur peninsular se encuentran en cuevas, sin embargo nuevos hallazgos han demostrado que también había poblados al aire libre, serian grupos aislados muy reducidos limitados a un clan familiar, con ganadería de cerdo, cabra y oveja.

   En el Neolítico Pleno se perfeccionará la cerámica, se decorará con marcas y se aplicara englobe rojo, típico del sur peninsular.

   La Baja Extremadura se encuentra casi despoblada durante el Neolítico, la escasez de yacimientos se debe a la falta de prospecciones arqueológicas en la zona, pero también a condiciones geológicas, poco aptas para la existencias de cuevas, que es el refugio natural preferido por los neolíticos. Hay una pequeña cueva llamada La Charneca, en Oliva de Mérida, donde aparecieron materiales de esta época. Posiblemente en la Baja Extremadura el Neolítico haya penetrado por el sur, debido a las numerosas similitudes.
(Enriquez Navascués-Hurtado).



EDAD DE LOS METALES: El Calcolítico o Edad del Cobre, la Edad del Broce, la Edad del Hierro, (protohistoria), y megalitismo, dada su amplitud hablaremos de ella en una segunda parte.





















3 comentarios:

¡Gracias por vuestros comentarios!
(Los comentarios serán visibles una vez se haya verificado que no son inadecuados ni contienen spam)

ACCB

cookie consent